Beatriz A. Sotomayor Fontealba

martes, enero 10, 2006

Rodrigo y el destornillador


Ayer mi hijo de ocho años descubrió la utilidad del destornillador, y desarmó todos los juguetes y chapas de cajones que estuvieron a su alcance. Estaba fascinado.

Le comenté que el reto no está en desarmar algo, sino que tras hacerlo, intentar recomponerlo. Lo hicimos juntos con su moto Max Steel, lo que para él sobrepasó sus límites del descubrimiento.

Se encontraba mi pequeño cavilando acerca de lo que desarmaría a continuación, cuando por accidente dejó caer el destornillador en el plato en el que acababa de comer, rompiéndolo. Su primera reacción fue decir: "Yo no fui", después se corrigió diciendo "a mí no se me cayó en el plato".... y para rematar argumentó: "fuimos los dos con mi hermano". Los dos con Fabián lo mirabamos asombrados. Cómo era posible que mintiera tanto en circunstancias que los dos lo habíamos visto quebrar el plato.

Le pedí que arrojara a la basura lo que quedó y le pregunté por qué mentía, me contestó llorando que pensaba que yo me enojaría mucho.

Me asusta pensar que mis hijos opten por la mentira en vez de confiar en que podré comprenderlos si asumen sus errores.

Tras abrazarlo le dije: "prefiero mil platos rotos y no que mientas para no reconocer que te equivocas"

Su respuesta valió mas que todo lo que pudiera desear... : "te amo tanto mamá"

miércoles, enero 04, 2006

Mis hijos de vacaciones

Rodrigo y Fabián están de vacaciones con su papá. Hace varios días salieron de la casa con sus arcos de fútbol, sus tablas para la playa, y hasta una retroexcavadora para jugar en el campo.

Por las tardes trato de dilatar la llegada a mi casa, los extraño más cuando estoy allí, viendo las camas en las que duermen cada noche, y que ellos mismos hicieron antes de irse.

Nuestro perrito Diego debe de extrañarlos más aún... los dos estamos a la espera de que una de estas tardes lleguen con sus risas y contando cómo lo han pasado.

Los abrazos de Fabián y los besitos de Rodrigo son lo que quisiera tener ahora, a pesar de que me siento feliz porque seguramente están viviendo hermosos momentos con su papá.